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El deslumbrador de cocodrilos

El Tranvía divide y el metro multiplica

El Tranvía divide y el metro multiplica

Ahora que Zaragoza cuenta con Consejero para Grandes Proyectos es el momento de ver la situación en que quedará Zaragoza una vez puesto en marcha el tranvía con el trayecto que se ha dispuesto.

Durante estos años se ha demostrado que el proyecto del tranvía muy lejos de unir a los zaragozanos nos separa. No sólo en opinión sino físicamente. Hay calles que crean unidad: son la sala de estar de los mañicos, son identitarias y muy útiles para nuestra manera de vivir y de expresarnos.

Pongamos por ejemplo el Coso, una calle llena de palacios, todos ellos antiquísimos, una calle que presta su estampa a las Ofrendas de Flores y de Frutos en las Fiestas del Pilar, que aporta recogimiento para El Rosario de Cristal y multiplica los efectos del sobrecogimiento para las procesiones de Semana Santa. Pues esta calle quedará dividida en dos: una zona, la más bella, será ocupada por dos carriles de tranvía, por la conducción y conexión eléctrica que necesita y que irá por el suelo; y la otra será invadida por todos los coches que antes se bifurcaban.

Otro ejemplo es el Paseo Independencia. Es lugar de reivindicación aragonesa por excelencia. Pocos son los que no se han reunido alguna vez en este lugar desde tiempos inmemoriales para tomar partido por lo han creído una causa justa. También es utilizado para las mismas actividades socio-culturales, patrimoniales y religiosas que el Coso, pero la amplitud de este sorprendente lugar da rienda suelta a la imaginación: la Cabalgata de Reyes, conciertos con artistas de primer nivel, actividades deportivas para todos los públicos, Trofeos para deportistas de diferentes modalidades amateur de todas las edades, incluso para profesionales, exhibiciones de todo tipo de actividades y todo tipo de ejercicios de convivencia sana, crítica y alegre que tanto nos gusta a los que vivimos aquí. Ya no podremos disfrutar del paseo sin este tipo de actividades porque el tranvía cruzará por nuestros localismos.

Los ejemplos son muchos y de índole variada. Esto me lleva a opinar que vamos a ver muy mermada nuestra calidad de vida y nuestra unión en grandes eventos, porque somos muchos y hay lugares-emblema muy nuestros. Así mismo el tráfico rodado se va a desbordar y por consiguiente, nunca veremos un carril bici por estas calles y mucho menos una peatonalización de las mismas. También, el convocar una manifestación “de las que se ven desde el meteosat” se hará complicadísimo (quizá eso quieren los dirigentes de los partidos que apoyan este proyecto). Por añadidura la consecución de estos eventos ralentizará el discurrir de personas que libremente no se quieren manifestar, ni ir a un concierto en un momento dado, ni tampoco ofrecer flores a la Virgen del Pilar y están moviéndose de un lado a otro de la ciudad con transporte público. Si de verdad queremos que Zaragoza esté siempre viva, en funcionamiento y en marcha, por mucho que ocurra en su superficie hay que apostar por el gran proyecto del Metro.

Soy positivo y con una línea de Metro Norte – Sur no sólo estaremos empleando a más personas que para el tranvía sino que reduciremos la cantidad y presión del tráfico rodado (con su consiguiente mejora en la lucha y preparación contra el Cambio Climático), posibilitaremos la ampliación del carril-bici, podremos hacer más calles, incluso las arriba mencionadas, peatonales y fundamentalmente se dejará a los zaragozanos de complicaciones que dificultan su modo de vida.

 

2 comentarios

Lorenzo -

La página web del Partido Aragonés también se ha hecho eco de este artículo:

http://www.partidoaragones.es/actualidad/opinion.asp?notid=3864

Lorenzo -

El diario electrónico Aragón Digital ha publicado este artículo.
http://www.aragondigital.com/asp/carta.asp?notid=55508